CRÓNICA DEL ALTO SIL by JUAN CARLOS

Nuestro amigo Juan Carlos se ha animado a escribirnos una pequeña crónica de la aventura del pasado fin de semana que a continuación podéis leer:

"Pues podéis creerme que disfruté y me reí bastante con vuestras historias, pero he de deciros que a mí se me da muy mal esto de relatar las aventuras vividas. Como sabéis, Roberto y yo, con nuestras respectivas, nos fuimos para allá el sábado por la mañana. Aprovechamos para visitar el Castillo Templario de Ponferrada y nos metimos en un restaurante italiano que una buena gente nos recomendó mientras ellos entraban en el que había enfrente, manda carallo!! y aunque nos dimos cuenta de la jugada les hicimos caso, pensando... " se irán a tomar algo antes.." Bueno, el caso es que comimos poco y mal. Yo ya estaba deseando llegar a la casa Salomé a ver si tenía un buen botillo con arroz de cena (¡ no hubo suerte !), aunque nada que envidiar las tremendas carrilleras que nos mandamos!! La regla número uno es una buena alimentación. Y doy fe de que mi compi de equipo la lleva al dedillo. Es una lima!! Bueno, a todo esto creo que tenía que hablar de una carrera, no? je,je

A lo que iba, por la tarde, a eso de las cinco pasamos a buscar los dorsales y ya empezamos a percibir ese ambiente familiar y agradable. Hacía un frío del copón, y un rato después empezaba a nevar. La verdad que solo de pensar que podía estar un día como este ya se nos ponían los pelos de punta. Luego nos tomamos algo por Toreno y ya nos fuimos a la Salomé a instalarnos y cenar. Ya en la cena se respiraba el ambiente, porque no hacía falta ser muy listo para darse cuenta de que todos los que estábamos cenando allí eramos participantes de la carrera de mañana.

Después de una pequeña sobremesa nos subimos a las habitaciones, y después de echarnos unas risas (mi compi tenía problemas con los aparatos eléctricos), nos fuimos a la cama.

El domingo a las 7:30 fuimos los primeros en llegar al comedor. Después de tardar unos cinco minutos en encontrar las luces, nos servimos unos cafés con leche de unos termos que nos había dejado preparados la patrona Salomé, y cuando ella llegó ya estábamos nosotros dando a las mandíbulas. Y de repente suena el móvil de Roberto, coño quién llamará a estas horas..... los amigos de Ourense que andan de turismo. Les dimos las indicaciones y poco después nos encontramos en Santa Cruz. Un frío de carajo, pero por lo menos hacía sol.

Y bueno... de la carrera poco nuevo que contar, pues ya habéis dicho prácticamente todo. Muy dura la salida, con esa tremenda subida así en frío, mucha agua y barro, y muy buen ambiente. Algún que otro resbalón, pero sin llegar a besar el suelo. La llegada muy concurrida, todo el pueblo volcado, una paella impresionante, pan, chorizo, vino, cerveza....

Por cierto, mientras nosotros andábamos monte arriba, Laura y Leonor estaban pasándoselo pipa con la gente del pueblo, comiendo empanada y tirando de la bota de vino (Laura creo que no, que tienen que cuidarse l@s dos).

Y esto es todo. La cuenta atrás sigue.

Un abrazo."

Juan C.